La educación, hoy, es construcción de significados que tienen como base la comunicación; utilizando un conjunto de recursos personales, psicológicos, pedagógicos y tecnológicos para lograr un ambiente cargado de sensibilidad y afectividad que favorezca el aprendizaje y permita al alumno ayudarle en su crecimiento personal. El aspecto actitudinal dentro del salón de clases entre el docente y los alumnos es de gran importancia y decisivo para el éxito de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en la educación.
El nuevo papel del docente es el de guiar a los alumnos para que activen sus conocimientos en la construcción de aprendizajes significativos: ya que la tarea educativa ante el predominio de los medios de comunicación, consiste en contribuir a la formación de alumnos perceptores críticos y creadores. Resulta de gran importancia, entonces, el lenguaje que como docentes debemos utilizar frente a los alumnos. Un lenguaje fluido, respetuoso, calido y amable que genere confianza entre los alumnos seria el indicado; los docentes debemos reflexionar sobre cómo se da el proceso de comunicación, a fin de articularla con múltiples formas de expresión, desde el lenguaje propio, el de los otros y el de los medios de comunicación.
La retroalimentación Juega un papel muy importante en la comunicación porque permite al docente conocer cómo se están interpretando sus mensajes verbales, escritos, gestuales o gráficos; sobre todo cuando se esta explicando alguna formula o proceso de solución; cuando se deja una tarea o una investigación; en todos casos es de vital importancia verificar que el alumno comprendió lo que queremos que entienda, aprenda o las instrucciones para la realización del trabajo.
Para que la comunicación ocurra, y la persona a quien se dirige comprenda el mensaje, es necesario utilizar signos, códigos, señales, pistas, gestos, monosílabos y demás, lo importante es buscar, en común acuerdo con los alumnos, los métodos de comunicación mas adecuados para mejorar el aprendizaje y, además, hacer mas amena la sesión.
Debemos erradicar la comunicación unidireccional de nuestras aulas, el proceso donde el emisor (docente) envía mensajes permanentemente a sus receptores (alumnos) y estos mensajes no tienen retorno, no tienen respuestas porque no hay interactividad, ni comunicación de doble vía, debe desaparecer. Como docentes debemos fomentar un ambiente donde la comunicación fluya hacia ambos lados, para ello el emisor debe provocar un ambiente de confianza para que el receptor pueda interactuar y se pueda llevar a cabo la correcta comunicación que genere entendimiento y aprendizaje.
En este modelo educativo donde las TIC´s han tomado un lugar preponderante en la obtención de información y aprendizaje; se hace necesario que los roles de docente-alumno se modifiquen y adquieran la dualidad necesaria para lograr que los alumnos construyan su conocimiento. Las relaciones pedagógicas que se establezcan entre profesores y estudiantes y estudiantes entre sí, inciden profundamente en la calidad de la educación y en el desarrollo humano. En este mundo cada vez más apretujado donde se producen encuentros profundos entre culturas, religiones, costumbres y valoraciones distintas, favoreciendo que el intercambio de conocimientos sea más factible; los comportamientos no verbales juegan un papel fundamental. La apariencia física, posturas, miradas, gestos, la calidad de la voz, el énfasis en algunas palabras, los silencios, pausas, el vestido, la proximidad, el manejo del espacio; se convierten en aspectos importantes en la consecución del aprendizaje. De Igual forma que los mensajes gráficos, los colores, tipos de letras, tamaños, calidad y distribución en el papel o en el espacio correspondiente.
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